La enfermedad periodontal es una de las afecciones bucales más comunes, pero también una de las más ignoradas. Comienza de forma silenciosa y, si no se trata, puede llevar a la pérdida de dientes y afectar la salud general.
¿Qué es la enfermedad periodontal?
Es una infección de los tejidos que rodean y sostienen los dientes. Se inicia como una gingivitis (inflamación de las encías) y puede evolucionar a periodontitis, una forma más grave que afecta el hueso que sostiene los dientes.
Principales causas
Placa bacteriana: la acumulación de bacterias en los dientes es la causa principal.
Fumar: reduce la capacidad de las encías para regenerarse.
Diabetes: los pacientes diabéticos son más propensos a infecciones.
Genética: algunas personas tienen predisposición genética.
Mala higiene: cepillado insuficiente o incorrecto.
Síntomas comunes
Encías inflamadas o que sangran al cepillarse.
Mal aliento persistente.
Retracción de encías.
Dientes flojos o que se mueven.
Dolor o molestias al masticar.
Diagnóstico y tratamiento
El odontólogo realiza una evaluación clínica y, a veces, radiografías. En la etapa inicial (gingivitis), una limpieza profesional y mejoras en la higiene bucal suelen ser suficientes. En casos más avanzados se pueden requerir:
Curetaje o limpieza profunda.
Antibióticos locales o sistémicos.
Cirugías periodontales en casos graves.
Consejos de prevención
Cepillarse al menos dos veces al día con pasta con flúor.
Usar hilo dental diariamente.
Visitar al dentista cada 6 meses.
No fumar.
Controlar enfermedades sistémicas como la diabetes.
Cuidar la salud de las encías es tan importante como cuidar los dientes. La prevención es la clave para evitar complicaciones mayores.